Lluvia y Llegada [James]

Vale, si bien salir del calor Australiano al frio de Londres esa algo extremo, me encantaba. Los cambios radicales eran interesantes. El proceso de adaptacion, mas bien. Mire hacia todas partes, observando el lugar con los ojos bien abiertos y una sonrisa. Frio, amaba el frio. Siempre lo he amado y siempre lo amare. Es por eso que Australia no era lo mio y estaba feliz de mudarme a Londres. Una vez mas, gracias a mi padre, como lo adoraba. Mire por la ventana, viendo caer las gotas de lluvia y observando como se deslizaban delicadamente. Otra ventaja de nunca tener frio: podia andar por ahi, con el mismo vestuario que hubiera usado en Australia. El vestido corto y turquesa que me encantaba. Suspire, sonriendo. No habia nadie, pero supuse que no tardaba en llenarse.

Llovía. Desde que había llegado al Widmund era la primera vez. Decidí saltarme las clases nuevamente.
Después de todo...¿Que era un día de lluvia si no se podía disfrutarlo? Antes que nada fui hasta la cocina y tomé una
manzana. A continuación fui hasta el hall de entrada, esperaba que allí no hubiese nadie. Para mi sorpresa había una chica,
con un vestido corto. ¿No le hacía frío? En lo personal no me hacía frío, pero a la mayoría sí.
-Cielo vas a enfermarte comenté y mordí la manzana

Un chico aparecio de la nada, cosa que me sorprendio. Lo ignore por un momento hasta que me hablo. Gire mi vista en su direccion y lo observe con el ceño fruncido.
-No. Creeme que no me enfermare, descuida -le sonrei. En otras circunstancias me hubiera acercado y le hubiera dicho "Hey, tu, ¿Quien te crees para llamarme cielo?" pero estaba de muy buen humor y no queria pelearme con nadie en mi primer dia, ni mucho menos ganarme enemigos-. Soy Bree, por cierto -nunca me presentaba por mi nombre completo... Brigitte, sonaba demasiado escandaloso. Mire de nuevo a travez de la ventana, sonriendo.

-Un gusto princesa, soy James dije
Me senté en uno de los sillones, como si nada. Me saqué la corbata y la dejé tirada en el suelo.
Después me desprendí los primeros dos botones de la camisa contando desde arriba, si que me
molestaba usarla. Le hice señas a Bree para que se sentara a mi lado, mientras le sonreía.

Suspire, con una ceja arqueada. ¿Era yo, o se daba aires de grandesa? ¿Princesa? Vale, eso de los apodos se le debia de dar bien a el, asi que no me moleste.
Me sente al lado de el, acomodandome el cabello un poco como pude, rubio y lacio, me hubieraa gustado algo mas oscuro y rizado, pero ya que. Lo mire y le devolvi la sonrisa, esbozando una dulce, tratando de ignorar su actitud. Me fastidiaba que las personas se quedaran con las primeraas impresiones, asi que intentaria conocerlo mejor.
-¿Saltandote clases? -rei melodiosamente. Sabia lo que era eso.

-Como siempre contesté -Se podría decir que es mi hobby añadí sonriendo
La miré. Rubia de ojos claros, sin embargo no tenía pinta de ser de Londres.
-¿Eres de por aquí? pregunté
De seguro era extranjera. A juzgar por el vestido que llevaba puesto debía de ser de algún país cálido.

Me encogi de hombros. Su hobby, como el de muchos. A veces yo tambien me incluia en esa categoria, no todo era estudiar. Eso a veces resultaba fastidioso.
-Amm... no, no soy de Londres. Soy de Australia -me encogi de hombros, restandole importancia. La verdad no entendia muy bien esa aficion de las personas por saber de donde venia el otro. Pero que mas daba.

De Australia. La verdad sentía curiosidad por ese país, ya lo visitaré en algún futuro o en la otra vida.
-Bienvenida al Widmund dije -Y también a los extranjeros de la letra "A", yo soy de Alemania añadí divertido
Mordí nuevamente la manzana. Miraba por una de las ventanas, hasta que tragué.
-¿Y que edad tiene la bella señorita? pregunté para conversar algo

¿Extrangeros de la leta A? Frunci un poco el ceño, pero le reste importancia y ladee la cabeza.
-Gracias, supongo -sonrei, mirando en la misma direccion que el. No habia parado de llover en todo el dia, y aun tenia esperanzas de que continuara hasta el dia siguiente. Aunque era casi imposible-. Tengo Diecisiete años -le sonrei, aun conservando mi buen humor. Usualmente no dejaba que me llamaran princesa, pero ya que-. ¿Tu?

¿Diecisiete? Parecía más joven.
-16 corazón me volví hacia ella
Le sonreí. Me agradaba, aunque aún no la conocía del todo.
Continué comiendo la manzana. Estiré las piernas y me reí. Recordé cuando unos
días atrás, Ashley se había tropezado con mis piernas.

¿Dieciseis? Lo mire algo sorprendida. Se veia mayor que yo. Aunque claro, yo acababa de cumplir los diecisiete hace menos de veinte dias.
-Wow -me limite a decir, sonriendo. Si lo miraba de algun exraño modo, el me estaba cayendo bien, aunque nuestras personalidades no combinaran del todo.

-¿Parezco más chico? pregunté bromeando
Era la primera chica que conocía que era más grande que yo, aparte de Anabeth.
Aunque para mí todos teníamos dieciseis años.
-¿Y como acabaste aquí?