¿Un bebé? (Libre)

Rondaba por los pasillos..de nuevo, tenía a Rosalie metida por todas partes diciendome que hacer y cuando hacer, aunque rara vez le hiciera caso era extenuente, cansado, aburrido tenerla cerca en todo momento, fastidiandome a cada rato.
De alguna forma quería devolverle todos los malos ratos que me había hecho pasar y eso sería de la mejor forma.. de la forma en que Marie había hecho esa broma que tan mal me había parecido en un principio y después me había parecido bastante buena.

Fui a mi despacho con paso lento, toda broma tenía que tener su tiempo y sabía que Rosalie debía estar haciendo algún papeleo. Cuando llegué tomé el micrófono sin pensarlo dos veces, lo encendí y respiré profundo antes de soltar lo que iba a soltar.

- Chicos y Chicas - dije por fin con voz seria - Tengo algo que informarles.. pongan atención - dije esbozando una sonrisa y tratando de no soltarme a carcajadas en ese mismo momento, me sentía como un alumno más - Me retiro.. - respiré de nuevo - Rosalie acaba de informarme que tendremos un bebé - terminé mi broma, para después soltarme a reír y apagar el altavoz.

Me senté en mi silla, echandome para atrás y riendo a más no poder, ya podía ver a Rosalie venir y darme su gran sermón de siempre, con las manos en su cintura o en su pecho.

Me encontraba en una de mis clases, el profesor estaba explicando no sé qué cosa. Realmente, lo único de lo que tenia ganas era de ir corriendo a la oficina de Michael y abrazarlo. Me conformaba con escuchar su voz.

Me apresuré a copiar lo apuntes que estaban en el pizarrón, así quizá me dejarian salir antes y podria escaparme a la oficina principal.

Pero al parecer, mis plegarias de escuchar su voz se habian adelantado. Desde que se empezó a escuchar ruido de las bocinas supe que era Michael quién hablaria, por lo que pesté atención.

Escuché todo su discurso y me quedé helada. ¿¿QUE DIABLOS??
Me levanté de mi asiento con la mirada perdida, y me acerqué a el escritorio del profesor.

-Disculpeme, pero debo salir.- dije sin más explicaciones. Corrí hacia la oficina de Michael, como nunca lo habia hecho.

Me acerqué a su puerta y toqué impacientemente, esperando que abriera. No podia creer lo que habia escuchado. ¿Él? ¿Con Rosalie?
Estaba segura que mi piel no tendria clor en esos momentos, no podia con la noticia.

Aún seguía riendo, podía imaginar a Rosalie en esos momentos, quizá con la cara roja, levantandose de donde quiera que estuviera sentada y disculpandose por mi "incorrecto comportamiento", levantandose cuanto antes y empezando a andar en sus ruidosos tacones.

Ya podía oírla en mi cabeza, su incesante sonido de tacones, gritandome incluso antes de entrar al despacho "MICHAEL BOSWORTH" incluso podría aparenta ser mi madre con esos gritos y sermones.

Pero aunque lo esperaba y con ansias a decir verdad, no llegaba y aunque me preocupaba algo aún me daba tiempo para reír más y más. Aunque pronto alguien tocó a la puerta, con toques impacientes..¿Sería Rosalie? No podía ser ella, no había oido ni sus tacones ni sus gritos..ella no era de venir y solo tocar la puerta.

Me quedé mirando un rato la puerta aún riendo sin poder contenerme. Fuera quien fuera podía pasar en ese instante ya que no me creía con las ganas para abrir la puerta, solo tenía ganas de reír y reír.

- Pase - fue lo único que dije entre risa y risa

Entré a la oficina apenas escuché el famoso "Pase".
Mi cara estaba fría, no demostraba ningún sentimiento. Al entrar, me encontré con un Michael muerto de la risa. ¿De que clase de persona estaba enamorada? No queria pensar que a esa persona a la que tanto queria le valiera un reverendo cacahuate el hecho de que iba a ser padre.

Avanzé con paso lento a su escritorio, hasta sentarme en una de las sillas. Acomodé mi cabello, cerré mis ojos y me tomé la cabeza.

-Quieres...Michael. ¿Explicarme que ha pasado?-susurré al borde de las lágrimas, sin levantar la vista.

Si, no mentiria. Era demasiado sentimental, pero esta clase de cosas me ponian histérica...más cuando setrataban de alguien a quién adoraba.

Esperé que la puerta se abriera en cualquier momento.. por dentro aunque sabía que no se trataba de Rosalie deseaba con ancias que ella fuera quien abriera la puerta, tenía unas ganas locas de ver su reacción, de escucharla, de verla a la cara después de semejante broma.

A pesar de que tenía una "visita" no podía contener la risa, no lo podía evitar, me hacía tal vez parecer un loco y un niño, pero en ese momento solo vivia el momento y sentía que hacía mucho que no me divertia así.. más bien desde que me habían dicho del cargo como director..desde ese momento habia sido "entrenado" para ser el director ejemplar.

Pero al voltearme para ver de quien se trataba me sorprendí, por lo que mis carcajadas disminuyeron un poco, era la persona que menos esperaba, por lo que la miré fijamente, parecía no tener color alguno en su piel y su cara no demostraba algún sentimiento.

Aunque aún reia noté como estaba algo desanimada, su paso lento y sus actos seguidos. Me levanté rápidamente de mi silla y me incline en el suelo, para tomarla de la cara.

- ¿Qué ha pasado? - pregunté preocupado, las risas habían sesado, por dentro pensaba que estaba así por mi broma pero no estaba totalmente segura, quizá Rosalie la había ido a buscar personalmente por lo que ella había hecho.

Él se inclinó en el suelo, mirandome. Escuche su pregunta y no pude evitar hacer un puchero.

-¿Que que pasa? ¿QUE QUE PASA?-dije alzando un poco la voz.- Pasa de que no todos los días te enteras de que la persona a la que más quieres en esta escuela va a tener un hijo con la subdirectora!- solté sin parar, pero al hacerlo me di cuenta de lo que habia dicho, sin poder evitar mi sonrojo.

Ahora que alguno sntimientos habian tomado forma en mi, me senti aliviada. Odiaba no tener ninguna mirada o cualquier color en mi cara, eso expresaba lo muy vulnerable que era. Por primera vez, me sentía feliz de aquél sonrojo en mis mejillas que aparecia cada que le hablaba a Michael.

-Aparte...no sabes lo que sentí cuando te vi riendote de la situación. ¡Vas a ser papá! No puedes tomarlo tan a la ligera...-terminé un poco más tranqula.

Pensé que en cualquier momento me diría que Rosalie la había suspendido por días o que le había mandado a hablar a sus padres y podía verme a mí mismo gritándole a Rosalie por haberlo hecho, por haber "solucionado" algo que yo ya había hecho, no quería ni siquiera que tocara a Marie.

Pero de pronto ella me imitó en la pregunta que había hecho, subiendo su tono de voz y la miré totalmente confuso, pero eso cambió cuando pronunció aquellas palabras, no pude evitar mirarla con ternura y después esbozar una sonrisa de lado. Noté su sonrojo y reí un poco.

No podía creer que se hubiera tomada la broma en serio yq ue tampoco hubiera escuchado mis carcajadas en el altavoz..quizá lo había pagado demasiado pronto.
Tomé su rostro entre mis manos, las palabras que ella había dicho me habían embriagado, literalmente. Sonreí de placer, tanto por lo que había dicho por que sabía que yo también sentía lo mismo, en ese momento ella era mi todo, a la única que querá tener a mi lado.

- Escuchamé Marie - dije obligandola a mirarme a los ojos - Todo fue una broma, no se como la pudiste creer sabiendo que a la única que quiero es a tí - puse mi frente en la de ella - No tendría relaciones con una señora que podría ser mi madre - dije alzando una ceja