Un decanso entre clases - LIBRE-

Acabab de salir de clase de Literatura, estaba cansada y aburrida, terriblemente aburrida, la noche anterior habia salido con las chicas y notaba el cansancio en todo mi cuerpo.

Aun faltaba un rato para la siguiente clase asi que decidi ir a la cafeteria a tomar algo, posiblemente un cafe para despertarme. Entre y aunque era pronto habia bastante gente, pedí un cafe y me fui a una de las mesas mas aisladas, queria estar tranquila, me sente y deje mis cosas sobre la mesa, miraba entre la multitud esperando ver algun rostro conocido, pero no.

Bebi un poco de cafe que casi me hace saltar de la silla de lo fuerte que estaba, pero en fin, era lo que necesitaba, me quede alli observando a la gente mientras bebia pequeños sorbos de cafe.

Hasta ahora la chica había estado mirando hacia la mesa de enfrente, no me había molestado eso, pero cuando me miró me di cuenta de que era guapa. Tendría 16 o 17 años.
Negué con la cabeza a su pregunta.
-No, soy nuevo. Por eso no sabía que aquí intentan quemarles la lengua a los alumnos con cafés hirviendo... Debe de ser para que no habléis en clase o algo así.- Bromeé intentando empezar el día con buen pie y buen humor. Después me encogí de hombros.- Me llamo Mark.-Dije cuando me di cuenta de que no me había presentado.

Me reí mientras negaba con la cabeza.
- No, pero te has acercado...- Di otro sorbo al café intentando aumentar su curiosidad e intriga. Posé el vaso sobre la mesa y la miré con una pequeña sonrisa.- Tengo 29 años.- Admití. Hablar de mi edad no me molestaba, en absoluto. No sé si es porque ya me estaba haciendo mayor... pero la edad empezaba a importarme poco.- ¿Cuántos tienes tú?

Mientras hablaba me terminé el café y, con su última frase, asentí y esbocé una sonrisa de medio lado.
Me acerqué a ella y miré disimuladamente hacia los lados como si fuera a decirle un gran secreto. Después le tendí la mano para que me la estrechara, sellando el "trato".
-Hecho.- Aseguré susurrándole al oído.- A cambio no le digas a nadie que tú también me caes bien y tampoco que me he quemado con el café.- Añadí en un susurro todavía y a continuación me reí.