Un poco de diversión (Ashley)

La semana había sido prácticamente larga o al menos eso me había parecido, sí, no hacía mucho que digamos pero casi siempre me mandaban a chicas y chicos que hacían alguna broma o algún desastre y a mí me tocaba ponerles el castigo que por lo menos llegaba a ser solo una plática o un reporte, nada serio.

Era viernes en la tarda, a esa hora de las 7 de la noche y tenía que salir para distraerme y divertirme a lo grande por "mi gran trabajo" y decidí que el lugar donde podía pasarla mejor era en el club más conocido de la ciudad.
Me puse lo que solia llevar cuando iba a lugares como aquellos, unos jeans, una camisa de vestir con una corbata y unos tenis, tampoco era de que iba muy informal o muy formal, al fin y al cabo no iba de negocios..iría a divertirme como mejor lo solía hacer.

Tomé las llaves de mi carro y salí de casa a eso como de las 8:30, directo al club, sin ninguna parada innecesaria y llegué 10 minutos después. Entré más rápido de lo que había pensado y me dirigí a la barra y pedí un whisky en las rocas y una vez que me lo diern me giré para ver a la gente que bailaba en la pista, en especial a las chicas que estaban bastante bien.

Estaba tan embobado viendo a cada chica discretamente con la mirada y tomando pequeños sorbos de mi bebida que cuando sentí que alguien me tapó los ojos con las manos, la bebida se me calló de las manos, parando en el suelo y el vaso roto.

Pero aún así no hice ningún esfuerzo por quitarme las manos de la cara, solo esperé que aquella persona hablara y así lo hizo solo que en un ligero susurró y en cuanto lo hizo supe de quien se trataba, Ashley McCurdy, había recordado su nombre por que después de haberla conocido había ido directo a los archiveros y sin poder evitarlo haber revisado su expediente.

Me dí la vuelta en el asiento y la tomé de las muñecas sin lastimarla, alguien ya había ido a recojer mi bebida del suelo y sabía que en unos minutos estaría otra bebida en la barra.

- Ashley.. que gusto encontrarte aquí - dije con una sonrisa de lado y alzando una ceja

Volteé un poco a los lados y después la volví a mirar con una sonrisa divertida, me acerqué a su oído.

- ¿Has venido con alguien? - pregunté para después levantarme del asiento y tomar la bebida que ya se encontraba en la barra y recargarme en esta.

Ella se acercó de nuevo a mí y me habló de la misma manera solo que con cara de pena, por lo que yo solo solté una carcajada.
Me acerqué a ella y rodeé su cintura con un brazo, esperando que no le molestara ya que siempre lo hacía con las chicas y bueno a ella no la veía como una alumna ni tampoco teníamos esa relacion de Alumana - Director.

Tomé un sorbo de mi bebida y la deposité de nuevo en la barra.

- ¿Te dejaron plantada? - pregunté sarcástico, pero después le guiñe un ojo, con esto diciendole que era una broma - No, no espero a nadie realmente, de hecho estaba a punto de buscar compañia, pero ya que buscas compañia y yo estoy en la misma situación.. - dije, sin terminar la frase, dandole a entender que me encantaría su compañia.

- ¿Qué dices? - pregunté con una sonrisa divertida y alzando las cejas.

Ella como lo había pensado no se había quejado o negado de que pusiera mi mano en su cintura y para mi sorpresa bebió de mi copa para después dejarla en la barra de nuevo, yo solo sonreí de lado.

Esperé su respuesta y cuando la oí de sus labios y con sus brazos sobre mis hombros y mi mano sobre su cintura no pude evitar reír de nuevo y acceder a dejarme llevar por ella hasta la pista de baile.

No me importó dejar la bebida en la barra, así que al llegar ahí volví a tomarla, pero esta vez de la cadera, pegandome a su cuerpo y moviendome al ritmo de la música.

- No se siquiera por que preguntaste - dije acercandome a su oído para después depositar un beso en su cuello y reír levemente

Seguí dejando pequeños besos en su cuello cálido y suave con una sonrisa casi burlona. Nuestros cuerpos se movían al ritmo de la música, estabamos batante cercanos, por lo que reí un poco, podía imaginar a Rosalie viendonos, para después decirme que aquello no estaba correcto.

¿A quién demonios le importaba? Fuera del colegio yo no era el director del colegio, era Michael Bosworth y ya, nadie más.

Su cuerpo era exquisito, me estaba provocando bastante con el simple roce de su cuerpo en aquellos movimientos sensuales contra el mío.

Su pregunta me hizo reír, acompañado de las cosquillas que su respiración agitada contra mi cuello. Me separé lentamente y no demaciado de su rostro.

- No lo sé - dije sarcástico - ¿Crees que intento algo? Y si es así ¿Qué crees que sea? - pregunté en el mismo tono, mientras úna movía el cuerpo

Reí ante su primera respuesta, los dos nos estabamos haciendo los tontos y era un juego divertido..mientras durara.
Todo era demasiado tentador, el ambiente era el apropiado y todo en ella era tan apetecible y deseable.. su boca, su cuerpo.

Momentos después tenía sus labios sobre los míos, pero solo habían sido en una fracción de segundos y ella lo hacía provocandome, mientras sentía como se apegaba más a mi cuerpo y podías sentir su aliento en mi boca, su sabor.

- No - susurré acercando mi rostro más a el de ella - Me referia a esto - dije, acto seguido deje solo una mano depositada en su cadera y dirijí la otra a su mejilla para acercarla a mí y besarla.

No de nuevo con ese simple roce, sino que ahora la bese con algo de frenesí, sus labios entre los míos era una sensación bastante agradable. En ese momento solo pensaba en sus labios rozando los míos y nada más, pronto empezé a jugar con su lengua mientras mi cuerpo empezaba a dejar de moverse poco a poco.

Podía sentir algunas miradas sobre nosotros, algo que no me interesaba, pero aún así la mayoria de la gente seguía en su rollo, bailando y sin preocuparse de los demás, pero como siempre había varios qe se nos quedaban viendo.

Sus solos moviemientos de sus labios eran una bomba, que podían sacar lo mejor o lo peor de mí en cualquier momento, sí que la situación había cambiado en un momento y ciertamente me encataba el giro que había dado.

Ella se separó y así lo hice yo también, disfrutando de como mordía mi labio inferior.

Mi mano que aún estaba en su mejilla, descendió hasta su cadera de nuevo, creando una especie de protección o cinturon alrededor de ella, su mirada era penetrante y podía sentir su mano hundiendose en mi cabello.

Sonreí burlón ante lo que dijo y miré alrededor, para retirar algunas miradas.

- Acertaste - dije guiñandole un ojo - Pero creo que será mejor quenos refresquemos un poco - dije para después soltarla y solo dejar una mano en su espalda y así empezar a dirigirla hasta la barra

La chica realmente me había dejado impresionado, era mucho menor que yo y eso no la había detenido en nada. Sonreí complacido.
Mi respiración aún era algo agitada y traté de controlarla hasta llegar a la barra, podía sentir sus ojos sobre mí a lo que yo solo le dedicaba una mirada fugaz pero intenso y con una sonirsa divertida.

Cuando oí lo que iba a pedir la miré como si estuviera extrañado pero con una sonrisa burlona en mi rostro.
Me recargué en la barra y le pedí al barman lo que Ashley quería para después tomar de mi bebida que aún permanecia en la barra.

- Me sorprende señorita McCurdy - dije soltando una risa burlona - Una señorita como usted bebiendo eso - le guiñe un ojo, ya que todo, claro, era una broma.

Reí con ella en el mismo tono, divertido. Tomé mi bebida de un solo trago y después pedí otra.
Miré detenidamente e Ashley con una sonrisa burlona en mi rostro de solo oírla, ella aparte veía a los demás.

- Una alegría bastante.. peculiar - dije y tomé la nueva bebida que había en la barra y empezé a tomar pequeños sorbos - La noche hubiera sido bastane diferente

Comenté mirandola, sentía como el calor empezaba a invadirme, el calor del alcohol empezaba a hacer efecto pero eso no me importe y tomé casi por completo mi bebida, pero antes de que acabara esta se calló de mis manos y yo me solté a carcajadas y al tratar de recojer los cristales del suelo me tambaleé y caí.

Off: jaja es un reto así que tendrás que aguantarme MUY torpe durante unos post más xD

Podía escuchar sus carcajadas a pesar que las mías eran bastante fuertes, ahora podía sentir más miradas sobre mí que hacia unos minutos, pero realmente no me importaba.
Ni siquiera hacía el esfuerzo por levantarme, solo me extendí en el suelo, con una mano en mi estómago, podía sentir como la camisa que traía empezaba a mojarse, solo un parte.

Por lo que cuando Ashley se agacho para ayudarme a levantarme acepté su ayuda, no sin antes dar un pequeño vistazo a la vista que me ofrecía de sus piernas.

- No te preocupes, puedes contarle a todos - dije guiñandole un ojo, mientras aún reía

Me levanté y pensé en quitarme la camisa, pero creo que no se vería nada bien.

- Gracias por..- me quedé a medio hablar y reí - Por tus piernas - pero después que dije esto reí más y negué con la cabeza - Por tu ayuda

Reí por lo que había comentado después de mis agradecimientos por sus piernas y por su ayuda.
Noté como veía mi camisa empapada e hice lo mismo, tomé una servilleta y empezé a tratar de limpiarla, pero solo lograba espercir el alcochol más y al útlimo deje de tratar de limpiarme.

Alzé una ceja ante sus preguntas y me quedé pensativo, en el colegio tenía algunos cambios pero realmente no quería irme de ahí.

Me encojí de hombros y pedí otra bebida.

- Quiero quitarme la camisa - dije alzando las cejas, divertido - Pero aquí mismo - dije en tono de broma pero era lo que realmente quería - Aunque no sería muy buena idea.. así que lo que tu quieras

Sabía que no era forma de estar así en un club, pero de verdad me daba lo mismo el estado en que estaba.

Lo que había dicho al principio era verdad.. quizá nos echarían a la calle, pero un billete arreglaba todo así que.. ¿Qué más daba?
Después esbozé una sonrisa de burla cuando me dijo que no tenía remedio..bueno no lo había tenido nunca y la palabras me recordaban a mi padre.

Al oír lo que pasaría si me quitaba solo reí nuevamente, tapandome la boca un poco y después de controlarme tomé mi bebida de un solo trago..se sentía bastante bien aunque tanto alcohol de un trago me hizo poner una cara que parecía dolor, pero solo era el sabor.

- Podré aceptarlo que venga - dije riendo, para después empezar a quitarme la corbada torpemente, mis dedos apenas podían retirarla y tardé unos minutos y cuando por fin pude hacerlo me dediqué a quitarme la camisa, de nuevo torpemente y botón tras botón parecía que duraría horas.
Al fin lo hice y deje la camisa sobre la barra, después le hice señas al barman para que me trajera otra bebida.