Si me salto las normas, me las salto bien. [Britney] [+18]

Continué con su cuello hasta que escucha su voz. ¿Que qué hacía?. Eso es lo que me gustaría saber. Odiaba esos momentos. Cuando bebía me convertía en otra persona. Un desconocido, no en el Sam de siempre. Después levanté la cabeza, poniendo mi mirada en ella.
- Evito que te duermas.
Sonreí y me acerqué de nuevo a su boca y la besé. Todavía mantenía mi mano e su camisa, pero acabé por sacarla... para comenzar a desabrocharle los botones y abrírsela.

Sonreí cuando ella me desabrochó la camisa. Lo tomaría como una aprobación. Porque, supongo que al fin y al cabo lo era, ¿No?.
Acabé de desabrocharle la camisa y después volví con su cuello, bajando hasta su torso y, después a su abdomen. Mierda, me estaba... ¿Excitando?. Sí, seguramente lo estaba haciendo. Después me desabroché con algo de prisa el cinturón del pantalón.

Una vez más sonreí al ver que se la subía. Luego me desprendí de las zapatillas y de pantalones como pude. Normalmente hacía mas previos pero no había tiempo para eso. Como dije antes, este era un Sam diferente, que hace cosas de las que después seguramente se arrepentira. Aunque, eso lo hacían los dos Sam.
Después puse mis manos en su entrepierna y le quité la ropa interior.

Bien, había llegado el momento. Me paré un momento a pensar. ¿Esto estaba bien?. Es decir, hacerlo ahí, en un aula donde dentro de unas horas unos treinta alumnos darían clases... Aunque, solo de pensar en eso me hacía avivar.
Puse mis manos en su cadera y, después comencé a entrar en ella despacio, para que no le doliese. Aunque, cuando ya había entrado completamente dejé escapar un sonoro gemido. Un error. Esperaba que nadie lo hubiese oído.

Mantenía los ojos cerrados, aunque, cuando los abrí pude ver el rostro de Britney. Parecía dolerle...bastante. Permanecí dentro unos segundos, para acostumbrarla. Y, después, comencé un suave vaivén de entrada y salida. Comencé a gemir, intentando hacerlo flojo.
Todavía no entendía porqué le dolía tanto. Aunque, lo cierto es que se sentía algo estrecho ahí.
Espera. ¿Era su primera vez?. Mierda, mierda y mierda.

Sonreí de lado. Lo daría por finalizado, no quería convertirme en un violador ni nada por el estilo. Asique, acabé por subirme los boxers y recostarme a su lado.
Entrecerré los ojos. Estaba mareado y la cabeza me dolía a rabiar. Me levanté rápidamente del suelo. Genial, ahora tenía ganas de vomitar. Me acerqué a la basura del aula y ahí vomité. Era horrible, odiaba hacerlo. Luego me limpié y me recosté por ahí. Tenía sueño.

Entrecerré los ojos. Creo que Britney dijo algo, pero no la llegué a escuchar. Un poco después me quede dormido, en el suelo.
...
Serían sobre las seis de la mañana y estaba comenzando a amanecer. Un par de rayos solares llegaron a mi rostro, despertándome. Parpadeé varias veces y me incorporé sentándome. Acabé por desperezarme un poco. Espera. ¿Donde estaba?. Era una....¿Clase?. Luego acabé por mirarme a mí mismo. ¿Por qué estaba ahí? y lo más importante, ¿Qué hacía en ropa interior?.
Giré la cabeza y pude ver la causante de mis preguntas, la botella de Absenta. Y además estaba casi vacía. Suspiré, asique al final lo había hecho, eh. Un poco más adelante vi mi ropa. Me levanté y empecé a ponérmela. Dios, me dolía tanto la cabeza... y ¿Por qué la camisa apestaba a alcohol?. Joder, necesitaba una ducha.
Suspiré una vez más y tiré la botella por la ventana. A esas horas todavía no había nadie, asique no habría heridos. Además, tenia que deshacerme de las pruebas.
Después cuando me iba a ir, vi en el fondo una chica. Me acerqué a donde estaba. No conseguía reconocerla y cada vez que lo intentaba hacer me daba un pinchazo en la cabeza. Quizás... por ella estaría en ropa interior. Mierda, no podía ser. Dí un paso hacia atrás. No, no me podía haber acostado con una chica....
Puse mi mano sobre su hombro, dudé un poco en hacerlo, pero lo mejor sería despertarla. Sacudí con la mano.
-Hey, hey...

Entrecerré los ojos. Vamos, tenía que recordar... lo último que recordaba es que estaba algo deprimido y tome la botella y... Y nada más. Trataba de autoconvencerme de que era algo imposible, de que no podía haber pasado nada. aunque ni yo me lo creía. Después sentí que algo subía desde mi estomago, genial, iba a vomitar. Asique fui corriendo hacia la papelera. Maldito alcohol... Después de eso me prometí a mi mismo que dejaría de beber. Pero claro, en promesas como esas mi palabra no vale nada.
Luego acabé por ponerme la camisa y pantalones. Miré a la chica desde ahí. Maldita sea, ni siquiera recordaba su nombre...
-¿Qué pasó anoche...?